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Kremnica (pronunciado «Kremnitsa») es una pequeña ciudad de unos 5.000 habitantes. Se encuentra en una zona montañosa en el centro de Eslovaquia, cerca de Banská Bystrica y de Zvolen. 

vista aerea del castillo de kremnica en que se ve el pueblo al pie de la colina donde este esta situado
«Hrad Kremnica«, de Lukkon y bajo licencia CC BY-SA 4.0

Siendo una ciudad minera, no es de extrañar que los primeros rastros de actividad humana de la zona consten de túneles y pozos, de los siglos VIII a IX. Ya en el año 1328, tres asentamientos de la zona fueron unidos en una unidad administrativa de la que resultó el pueblo de Kremnica. 

El rey Karol Róbert promovió reformas económicas como la abolición del monopolio de los gobernantes en la minería, lo que impulsó el crecimiento de la ciudad. La instauración de una fábrica de monedas en la ciudad también contribuyó a su desarrollo.

A finales del siglo XIX, algunos de los edificios de la ciudad tuvieron que ser destruidos a causa de la actividad minera. Aun así, la productividad de la minería no paró de decrecer hasta que en 1992 cesó la actividad minera que había dado origen a la ciudad.

En cuanto al turismo, una de las visitas recomendadas de Kremnica es la del castillo (hrad). Se trata de un complejo con varios edificios de los siglos XIV y XV y la muralla de la ciudad, una de las mejor conservadas de Eslovaquia. Las vistas desde lo alto de la torre son muy bonitas. 

Otro de los iconos de la ciudad es la fábrica de monedas (mincovňa, pronunciado «mintsouña»). Es una de las fábricas más antiguas que hoy en día continúa la producción, con unos 700 años de historia. Si el tema de las monedas despierta tu interés, también te puede gustar el museo de monedas y medallas

Por último, si no eres claustrofóbico, puedes visitar la mina-museo Banské muzeum štôlňa Andrej. 

entrada del museo mina andrej stolna, consistente en la entrada en arco a un tunel con una via y una vagoneta vieja fuera
Entrada al museo en la mina Andrej Štôlňa, foto cortesía de muzeum.sk

Después de tantos museos, puedes relajarte en las piscinas termales de Kremnica (kúpalisko Katarína), que con su estilo constructivo de la era comunista te transportarán 50 años atrás. A parte de piscinas y toboganes al aire libre (cuidado, ¡son de agua caliente!), cuenta con zona de camping. 

Si eres amante de la montaña, ahí van las buenas noticias. Al lado encontrarás las montañas con el mismo nombre, Kremnické vrchy, donde se halla la estación de esquí Skalka arena