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Breve Teoría del Fuego

En la breve teoría del fuego explicamos un par de conceptos que va bien tener presentes a la hora de preparar un fuego

¿Qué es el fuego?

El fuego es un fenómeno caracterizado por la emisión de luz y calor y generalmente la presencia de una llama. La llama en sí es una masa gaseosa en combustión que se eleva de los cuerpos que arden.

¿De dónde proviene el fuego?

El fuego es uno de los productos de la reacción química de combustión. La combustión es una reacción química exotérmica (es decir, que desprende calor o energía) y no espontánea (o sea que requiere de una cierta energía de activación para producirse). Para que esta reacción tenga lugar, se necesitan 3 elementos:
  • Comburente: en nuestra atmósfera es el oxígeno
  • Combustible: como el papel, la madera, o la gasolina, materiales que generalmente incluyen carbono e hidrógeno en su composición
  • Energía de activación: la energía necesaria para que la reacción tenga lugar, generalmente una chispa


Estos 3 elementos forman lo que se llama el triángulo del fuego, y son indispensables para que se produzca.

Un triángulo amarillo con borde rojo y una llama negra en el centro. A cada lado del triángilo se leen los 3 elementos necesarios para que exista el fuego: Comburente, Combustible y Energía de Activación.

Aun así, para que se mantenga encendido, el fuego necesita un cuarto elemento, acabando por formar el conocido tetraedro del fuego. Este cuarto elemento es la reacción en cadena, que consiste en que la energía desprendida de la combustión sirva como energía de activación para la siguiente reacción de combustión. Es decir, que el fuego existente sirva para quemar el siguiente tramo de combustible. Si esta reacción en cadena es relativamente lenta, observaremos un fuego. Por el contrario, si es suficientemente rápida, lo que obtendremos será una explosión.

¿Por qué las llamas suben hacia arriba?

Al aplicar calor o energía a un fluido, lo que hacemos en realidad es excitar sus partículas. Entonces, estas partículas empiezan a vibrar con más y más violencia. Esta vibración hace que las partículas choquen más a menudo y con más fuerza entre sí, provocando que se vayan alejando unas de otras. Como símil nos podemos imaginar un concierto. Mientras los asistentes estén quietos, se pueden apretar mucho. A la que empiezan a bailar, los choques entre individuos van generando espacios entre ellos. Si volvemos a nuestro fluido, esta separación entre partículas provoca que el volumen del fluido aumente. Como las partículas son las mismas pero ocupan un volumen mayor, la densidad del fluido disminuye. Como los fluidos de densidad menor flotan más que los de densidad mayor, los fluidos más calientes y por tanto menos densos tienden a subir con respecto a los de su alrededor. Teniendo en cuenta que la llama es una nube de gas en combustión, se entiende que su densidad es menor que la del aire que la rodea, que está a temperatura ambiente. Por este principio, al preparar una hoguera, se pone el material más inflamable abajo y el que lo es menos arriba. De esta manera la llama empieza en el material fácil de encender y se propaga en su dirección de avance natural, es decir, hacia arriba.

¿Por qué lo fino quema más rápido que lo grueso?

En realidad, no sólo el grueso de un material afecta a su capacidad de arder. En el mismo contexto, también la porosidad de un material combustible afecta a su facilidad de ignición. El secreto está en la relación entre la superficie en contacto con el oxígeno (presente en el aire) y la masa del material. Como más compacto sea un material, más tardará el fuego en propagarse hasta el centro ya que el oxígeno sólo podrá abrirse paso a medida que las capas exteriores se vayan quemando. Como contrapunto, un papel quema rapidísimo porque prácticamente todas sus partículas están en contacto con el oxígeno. Lo mismo pasa con un material poroso a través del que pude circular el aire.

¿Cómo montar una hoguera que prenda fácil y que aguante?

Con los conceptos que hemos visto hasta ahora, podemos establecer los principios para montar una hoguera de manera eficaz. Primero, debemos tener a mano los materiales adecuados. Necesitaremos troncos para conseguir un fuego duradero, pero también papel o yesca para arrancar. Entre uno y otro formato, irán materiales intermedios para conseguir que la llama se propague desde el material más fino hasta el tronco. Lo segundo será disponerlos de manera acertada. Idealmente, en la capa inferior habrá material altamente inflamable como el papel. Esta capa será la que encenderemos primero y la base a partir de la cual las demás deberán ir prendiendo. Como esta capa en principio arderá muy rápido, necesitamos una segunda capa de material intermedio con una combustibilidad significativa pero que tarde más en consumirse. En el tutorial “¿Cómo encender un fuego fácilmente con recursos naturales mínimos?” os enseñaremos cómo preparar materia para esta capa vosotros mismos. Idealmente la tercera será de madera en astillas, de una sección de 2 a 4 cm en el lado más fino. Esta capa no nos servirá para hacer brasa pero sí para conseguir aguantar el fuego hasta que los troncos, en la cuarta capa, empiecen a arder. Quizás os preguntéis dónde van las pastillas de encendido. En nuestro caso, no van en ningún lado ya que en Kotlik intentamos promover los métodos tradicionales y la eficiencia de los recursos. Por este motivo, en el siguiente tutorial os mostraremos lo fácil que es encender un fuego sin gastar mas que una cerilla, una hoja de papel de periódico, madera en astillas y troncos. Si de todos modos lo queréis saber, van en la primera capa e idealmente de manera que justo encima tenga astillas y algún tronco. La idea es que su llama ataque directamente a dichas astillas y al tronco para que prendan.